lunes, 24 de septiembre de 2007

La estacionalidad y la oferta acotada

Simplemente en Chile se concentra la presencia de extranjeros entre los meses de Noviembre y Febrero, es decir en todo el periodo estival, donde el clima fomenta recorrer el territorio y las condiciones climáticas fomentan la vida al aire libre.
En el gráfico podemos ver esa concentración para los últimos años en datos proporcionados por el Sernatur en su página web, dentro de los estudios realizados se comenta la distribución de los turistas, donde un porcentaje sustancial proviene de los países limítrofes, pero que están en el país por un breve periodo de tiempo, de nueve a diez días. Esto es distinto para los turistas de larga distancia, europeos y norteamericanos, que se quedan alrededor de 21 a 25 días. Desde luego para superar esta barrera de la estacionalidad debemos aplicar algo de cola larga, debemos satisfacer el gusto de ciertas personas por temporadas frías y cálidas, y aprovechar que tenemos temporadas de fríos y calor cambiadas con respecto a quienes se encuentran al norte de la línea del Ecuador.
Además es importante salir a buscar a los asiáticos a sus hogares y mostrarles las bondades de esta tierra, su capacidad monetaria en expansión, aparte de no tener parajes como los nuestros hacen que sean un nicho donde aplicar todo el esfuerzo, en China se dice que esta el futuro, entonces Chile debe ser conocido por los próximos lideres. Debemos ser identificados como un lugar que se debe conocer antes de morir y se debe disfrutar, que tiene lugar por visitar en toda temporada cada una con un encanto especial.
Es aquí donde aparece el Long Tail, como traer al turista de tan lejos a este lugar tan remoto, simplemente ofreciéndoles elementos que sólo se pueden encontrar en Chile. Debemos romper de alguna forma con saturar al visitante con los lugares típicos que se conocen en Chile como la Isla de Pascua, Torres del Paine, La Serena, Viña del Mar, Valparaíso, tenemos que sacarlos a que conozcan el verdadero Chile, el esforzado pero también lleno de cosas que entregar, el turismo de placer no debe dejarse de lado, sino que llamar la atención de los visitantes en la fibra, una persona que fue tratada con un buen servicio en forma cálida y con gran humanidad es el mejor embajador de nuestro word of mouth en su país de origen.
Desde luego deben ser pocos los países donde en un mismo día uno puede decir que estuvo a 3.000 metros de altura en la mañana y en la tarde estar paseandose a la orilla del mar. Donde en cuatro mil kilometros de longitud se pueden encontrar las condiciones climáticas más extremas, miles de actividades que desarrollar. y millares de culturas originarias por ofrecer. Distintas costumbres, el hombre del altiplano chileno y de otro planeta si lo comparamos a las costumbres de un chilote. Chile tiene ese potencial de ser camaleónico en ofrecer una infinidad de cosas, turismo aventura, de negocios, pesca deportiva, trekking, montañismo, surf, misticismo, literatura, una infinidad por nombrar y una cola infinita por satisfacer.

1 comentario:

Dani dijo...

ojo la oferta no necesariamente tiene que estar determinada por el clima existen otras fuentes de turismo, como LA GENTE,
un ejemplo , oktoberfest, eso no lo crea el clima sino la gente, existe la tirana, las mingas, la tomatina, los torneos deportivos y muchos otros a los que se debe aferrar la publicidad turistica.
la oferta puede pasar a se una oferta infinita y hay que nefatizar en eso